sábado, 10 de junio de 2017

Diario de una investigación (XVIII): Semana del 5 al 9 de Junio















De vuelta con el cuero. Las tenerías de Fez en la actualidad

Entrando en el mes de junio, último mes de mi investigación en Jaén, llega el momento de focalizar nuestra investigación en aquellas líneas que puedan resultar de mayor interés. Por otra parte, pese a haber terminado la docencia, esta semana he necesitado bastante tiempo para corregir exámenes y trabajos, además de otros temas burocráticos, por lo que después de un lunes intensivo en Jaén pasé el resto de la semana en Granada.

El día 5 por la mañana en el Provincial –acompañado por Ángel Ruiz Gálvez de la Universidad de Murcia que estuvo investigando este día en Jaén– continué con el escribano Melchor Gutiérrez. Como ya he dicho en entradas anteriores, es un escribano que trabaja con mercaderes de corambre del barrio de la Magdalena. Las redes de abastecimiento de pieles o zumaque y de venta de cordobanes van creciendo con la información que contienen estos protocolos año a año. 

El día 5 por la tarde en el Archivo Diocesano continué leyendo el extenso expediente de la capellanía de Bartolomé Martínez de Alcázar. Los diferentes candidatos a la misma presentan sus genealogías ayudándonos a reconstruir parcialmente el linaje. El mercader no tuvo descendencia de Catalina Alonso Carrasco dejando sus bienes a sus hermanos y sobrinos. Si comparamos a los Alcázar con los Terrones vemos que, el ascenso social en el caso de los primeros prácticamente es nulo si lo comparamos con el éxito nobiliario de los segundos. Partiendo del mismo origen –la mesocracia del mundo del cuero– los primeros no salen prácticamente de ella y los segundos, si bien tras la feminización del linaje, llegan a la nobleza titulada. Pero faltan por analizar muchos elementos de discusión. La riqueza alcanzada, el papel jugado por los parientes religiosos de los Terrones –canónigos y un obispo– y la actuación individual de algunos miembros del linaje como don Antonio Terrones de Robles, referente oligárquico de las facciones de Andújar, además de historiador y cronista. Una primera impresión me lleva a pensar que en el caso de los Martínez de Alcázar el comienzo pudo ser aún más potente que en los Terrones, pero no tuvo continuación en las primeras décadas del siglo XVII, donde las estrategias del ascenso social –compra de oficios y de hábitos militares, fundación de mayorazgos– se podían llevar a cabo con mayor facilidad. Tampoco conocemos de la misma manera los dos linajes: de los Terrones-Albarracín sabemos casi todo; mientras que de los Alcázar solo conocemos las líneas que se oponen a una capellanía, casi siempre lineas secundarias y pauperizadas, no sabemos si existió una línea principal que acumuló los bienes y el prestigio. En cualquier caso, esta comparativa puede dar mucho juego de cara a entender este tipo de procesos. 

El día 9 visité el Archivo de la Real Chancilleria de Granada. Hace unos meses realicé una búsqueda en los catálogos online de dicho archivo. 


Encontrando unas veinte referencias a la búsqueda "tenería" y un número similar para la palabra "corambre". Este viernes consulté aquellas entradas de Jaén relativas al "corambre" aunque de periodos distintos al del estudio.

Uno de ellos de 1524 presenta el conflicto entre Diego de Córdova y Alonso de Albín por el pago de las alcabalas de la venta de cueros. Es una pena no poder contar con documentación seriada de esta renta pues podría darnos mucha información sobre la producción de cueros. 

Otro pleito en 1544, un pleito por la propiedad de unos cueros nos informa del comercio entre Martos y Jaén. Queda claro que los mercaderes-curtidores de Jaén controlaban la producción de cueros de casi todo el reino. La manera de llevar a cabo este control era por medio de contratos con los obligados de las carnicerías de las diversas poblaciones. Estos se obligaban a entregar las pieles "caídas" de los animales sacrificados y enviarlas a Jaén. De nuevo, las mismas familias: Diego Fernández de Albín, Cristóbal de Cazorla.

Estas estrategias desbordaron el Santo Reino y podemos encontrar contratos con responsables de las carnicerías de Caravaca, Mula, Hellín o Lorca (reino de Murcia) o de Huéscar (Granada). A esto se unen los poderes otorgados por los mercaderes de corambre a sus agentes para comprar pieles en otros lugares distantes como Sevilla o Fregenal. Había que abastecer la máquina productora de cueros curtidos que era Jaén. Más corambre, es la guerra! Al final de mi investigación confeccionaré mapas para representar el radio de acción de los mercaderes de cueros de Jaén que pondrán de manifiesto hasta qué punto fue extraordinaria esta industria en el Santo Reino. De momento, un anticipo, ya incompleto tras mis últimas investigaciones: las ventas de cordobanes y cuero vacuno para suelas (en rojo);  compras de cueros (en amarillo) y zumaque (en verde) de la compañía de Bernabé Martínez de Alcazar. 



Hasta la próxima entrada!

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