domingo, 2 de julio de 2017

Diario de una investigación (XXI): Semana del 26 al 30 de Junio. Última semana en Jaén


Arjona y sus olivares en la actualidad

El lunes 26 por la mañana terminé –y ya era hora– en el Archivo de la Real Chancillería de Granada el pleito entre los curtidores y zapateros de Jaén. Un documento que me va a dar mucho juego como ya he dicho en otras entradas y que ilustra perfectamente lo que ocurrió en el mundo del cuero en Jaén a finales del siglo XVI. El resto de la mañana la dediqué a varios pleitos de los Terrones de Andújar y los Valverde de Arjona.

El martes 27 por la tarde visité el Diocesano de Jaén donde seguí consultando las capellanías de Arjona. Entre ellas encontré la capellanía de don Lope de Valverde Aguilar individuo que según sus vecinos era “el más acaudalado y poderoso de esta villa”. Esta capellanía estaba anexa a los mayorazgos de los Valverde y sus poseedores eran patronos de la misma. Cuando fue fundada a mediados del siglo XVIII el bien más preciado de la familia era el cortijo de Mohapelo –Moapelo, Mojapelo o Mudapelo en otros documentos– entonces con 142 fanegas de tierra que formaba parte del mayorazgo fundado en 1631 por doña Mayor de Valverde. Hoy en día continúa en poder de los descendientes de los Valverde.

El cortijo de Mohapelo en Arjona en la actualidad

El día 28 quise profundizar en la documentación notarial de Arjona. Encontré varios testamentos de los Valverde, alguno de ellos muy curioso al ser mancomunado entre don Lope y sus hijos don Miguel Bonoso y don Salvador. Algo nada habitual. Pero la mañana en el archivo se vio alterada por la resolución de los contratos de investigación del MINECO Juan de la Cierva-Incorporación. ¡Yo había obtenido uno de ellos en la Universidad de Córdoba!. Pasé más tiempo en el magnífico claustro del archivo recibiendo y enviando llamadas que delante de los legajos. Se trataba de una ocasión especial; cosas como estas pasan muy pocas veces en la vida.

El jueves 29 por la mañana un documento muy interesante: la dote de doña Josefa Recio Chacón Valverde con el granadino don Antonio Pérez de Herrasti Enríquez de Navarra por un valor total de casi 850.000 reales, una cantidad extraordinaria. Una buena parte de estos bienes eran olivares nuevos en Arjona, Arjonilla y Escañuela. Poco a poco se iba ampliando la extensión olivarera de estas familias arjoneras que llegarían hasta las 2.500 hectáreas de “olivas” a finales del siglo XIX.

Esa misma tarde en el Diocesano terminé las capellanías de los Valverde y pasé a ver las de los Molina Valenzuela de Úbeda. Esta familia a mediados del siglo XVI estuvo involucrada en la tala y transporte de madera por el río Guadalquivir desde las sierras de Jaén hasta Córdoba y Sevilla.  Poco después algunos miembros entraron en el brazo eclesiástico y crearon una red entre Castilla y Roma que traficaba con beneficios eclesiásticos, dispensas, bulas, etc. Los Molina fundaron ricos mayorazgos, adquirieron el señorío de Allozar y tuvieron una capilla en la colegiata ubetense. La última Molina casó con el marqués de Vezmiliana –un Muñoz de Loaysa de Ciudad Real– y sus bienes pasaron más tarde a los Orozco y los Medinilla de Úbeda.

El viernes 30 nuevos documentos de los descendientes de la familia Valverde. El testamento y partición de bienes de don Fernando María Contreras Aranda; la partición de bienes de su mujer doña Rita Pérez de Herrasti Recio Chacón –entre los que destacan los cortijos de Corbul y Santiago ambos en Arjona–; y referencias a la partición en Granada de la madre de esta, doña Josefa Recio Chacón Valverde. Esta última heredó todos los bienes de los Valverde tras la muerte de su hermana doña Vicenta, marquesa consorte de Alhendín y de su tía doña Isabel, hija mayor de su abuelo don Miguel Bonoso y heredera de sus mayorazgos. Puede tratarse de unos 35 millones de reales a mediados del siglo XIX. Son cifras estratosféricas.

Y con la consulta de estos documentos terminaba mi investigación en los archivos de Jaén. Una andadura de más de seis meses entre papeles polvorientos llenos de Historia económica. A partir de ahora el proyecto continuará en los archivos de Granada.

Hasta la próxima entrada!